Apostar es malo... ¿sí o no?

Uno de los argumentos principales de quienes asocian las apuestas deportivas con algo malo es que pueden generar grandes pérdidas de dinero. Un estudio realizado por TGM Research en 2022 encontró que este es el principal motivo por el cual los peruanos no apuestan: el miedo a perder plata.

La información de este gráfico fue tomada del reporte TGM 2022 Gambling and Sports Betting Survey in Peru. El mismo fue realizado en 2022, antes de la legalización de las apuestas deportivas a distancia en el Perú.

Las razones detalladas por TGM Research en su reporte coinciden con los argumentos de los que piensan que apostar es malo. El riesgo de perder plata y la adicción que puede generar el juego son reales. Y estos no son los únicos problemas que pueden afectar a los jugadores.

Estos son los principales riesgos asociados a las apuestas:

1. Grandes pérdidas de dinero: Las apuestas pueden generar problemas financieros a largo plazo cuando se apuesta de más o se intenta recuperar las pérdidas.
2. Adicción: Algunas personas pueden perder el control y apostar desmedidamente. Incluso, pueden dejar de lado otras actividades, lo que afecta negativamente su vida personal, financiera y profesional.
3. Salud mental: El estrés, la ansiedad y la depresión son comunes entre quienes desarrollan un comportamiento problemático en torno a las apuestas. La preocupación constante por perder e intentar recuperarse puede tener un impacto significativo en la salud mental de una persona.

Ahora bien, existen razones por las que los riesgos se acentúan en la sociedad:

1. Falsas esperanzas: Quienes creen que las apuestas deportivas son un método rápido para hacer dinero, tienen una percepción errónea de esta actividad y corren el riesgo de tomar decisiones impulsivas, que podrían incidir en cualquiera de los otros problemas ya mencionados.
2. Estigmatización: El hecho de que las apuestas se conciban como algo negativo puede dificultar la percepción de que una persona tiene sobre su comportamiento. Esto lleva a que muchos no quieran buscar ayuda o ni siquiera quieran admitir que existe un problema.
3. Desinformación: La propagación de mitos y la falta de información confiable pueden llevar a expectativas poco realistas, como pensar que se puede ganar mucha plata sin asumir ningún riesgo. Sin una educación sobre cómo jugar de forma responsable, las personas pueden tomar decisiones apresuradas que resultan en pérdidas que podrían evitarse.

Todo esto me lleva a pensar que apostar es malo si no se aborda con educación y derribando los mitos negativos en torno a esta actividad. Esto no significa ocultar estos peligros, sino informar a las personas para que tengan a su alcance todas las herramientas necesarias para que las apuestas deportivas sean un pasatiempo más.

Apostar es malo si empiezas a gastar más de lo que tienes en eso o te empeñas en recuperar las pérdidas. Entonces, ¿qué hay que hacer para que esto no suceda? Informarte para apostar de forma segura y responsable.

El lado malo de las apuestas deportivas existe, pero convive con aspectos positivos. No por nada un 47 % de los peruanos admite que apuesta porque disfruta de la experiencia*.

*Esta información fue tomada del reporte de TGM Research.

Así como hay un riesgo asociado con apostar, también existe la posibilidad de ganar plata. Y, en el caso de las apuestas deportivas, no es necesario depender únicamente de la suerte. Con una buena aproximación, es posible ganar aunque sea un poco de dinero de forma regular. Esto no quiere decir que sea fácil, pero sí que no es imposible.

Son pocos los que ganan dinero haciendo apuestas deportivas y, por eso, para muchos ni siquiera es la motivación principal por la que apostar. Aceptan que no siempre van a ganar y se divierten intentando predecir los resultados de los partidos de fútbol o cualquier deporte que sigan.

Por mi parte, creo que es una buena idea que los principiantes se concentren en la parte entretenida de esta actividad y creen hábitos positivos desde el primer momento.

Además de divertirse, algunas personas disfrutan poniéndose desafíos. En el caso de las apuestas deportivas, es tan simple como poner a prueba los conocimientos y acertar las predicciones. Persiguen la sensación que viene luego de ganar y, mientras lo hagan de forma medida, esta es su principal motivación.

¿Por qué es tan difícil asociar la palabra responsabilidad con las apuestas deportivas? Es una actividad divertida y, por eso, cuesta establecer límites. El tema es que, cuando hay dinero involucrado, tanto en lo que se gasta como en lo que se podría llegar a ganar, la palabra responsabilidad debe estar presente.

Desarrollar un problema con el juego lleva tiempo y hay pasos simples que pueden interrumpir esta progresión. Esto puede incluir colocar un límite sobre cuánto van a gastar o una alarma para recordar cuánto hace que están apostando.

Shane Kraus, director del Laboratorio de Adicciones del Comportamiento de la Universidad de Nevada en un estudio publicado en American Psychologial Association.

En definitiva, ese es el papel del juego responsable: reconocer cuándo hay un problema y actuar para que no se convierta en una adicción.

• Descansar de las apuestas.
• No concebirlas como un medio para ganar ingresos.
• Apostar con el dinero que puedes permitirte gastar.
• Establecer límites (de tiempo y dinero).

Hasta aquí, me centré en la postura que cada individuo debe adoptar en torno a las apuestas deportivas. Sin embargo, las casas de apuestas también tienen un rol que es crucial para garantizar la responsabilidad en el juego. Acá entra en juego la regulación y las obligaciones con las que los operadores deben cumplir para mantener la seguridad de los jugadores:

• Prohibir el ingreso a las plataformas de los menores de 18 años.
• Brindar herramientas de autoexclusión.
• Establecer límites de depósitos y apuestas para ayudar a los jugadores a manejar su presupuesto.
• Garantizar un juego seguro a través de cuotas transparentes y sistemas de resolución de disputas.

Estas medidas protegen a los jugadores, al mismo tiempo que aseguran que las apuestas deportivas sean una actividad disfrutable.

Esta información la tomé del sitio web de Mincetur.

Si llegaste hasta este artículo, es probable que tengas dudas acerca de las apuestas deportivas y si es una actividad de la que deberías formar parte. En un artículo de GamblingSites.com encontré un cuestionario muy cortito, pero que creo que puede ayudarte a saber si deberías apostar o no:

1. ¿Tienes una personalidad adictiva?
2. ¿Puedes permitirte gastar (y perder) algo de dinero?
3. ¿Te gusta arriesgarte?
4. ¿Te gustan los deportes?

En el artículo, Kevin Roberts explica que, si respondiste que sí a la primera pregunta, entonces las demás son irrelevantes. Las personas que tienen una personalidad adictiva, es decir, que son más vulnerables a desarrollar una adicción, deberían abstenerse de apostar. Lo mismo sucede con aquellos que hayan respondido que no a la segunda pregunta.

Kevin considera que unas condiciones óptimas están dadas para aquellos que no tienen una personalidad adictiva, pueden gastar algo de dinero, disfrutan de los riesgos y siguen algún deporte.

Las apuestas deportivas conllevan riesgos… pero también pueden ser algo bueno; todo depende de tu actitud frente a ellas. Creo que el primer paso es informarse sobre los riesgos para poder identificarlos en el comportamiento propio y buscar ayuda siempre que sea necesario.

✅ Las apuestas tienen un lado positivo. Apostar es malo si no tomas ciertas precauciones ni te apoyas en los recursos que están disponibles para garantizar un juego seguro.

✅ Apostar es malo cuando no lo haces con responsabilidad. En ello inciden muchas de las opiniones que circulan en los medios y que siguen estigmatizando las apuestas, dando un panorama incompleto.

✅ La regulación de las apuestas deportivas es positiva y apunta a promover el juego responsable. Por eso, únicamente tenés que apostar en las casas de apuestas legales del Perú.

✅ Mientras tengas en la cabeza que las apuestas son una diversión y no te obsesiones con ganar (o recuperar las pérdidas), deberías poder hacerlo sin mayores problemas. Así como no pasarías todo el día en el cine, tampoco deberías destinarle todo tu tiempo a apostar. Mantener un balance entre todas las actividades que realizas es esencial para poder apostar con responsabilidad.